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El equipo de Positivo para SoliDARidad, además de la entrega de mercados y de tarjetas Sodexo, ha venido desarrollando otras líneas de trabajo para ofrecerle una asistencia integral a las personas del entorno de la Universidad.
La campaña Positivo para SoliDARidad inició como una respuesta al impacto económico y social que tendría el Aislamiento Preventivo Obligatorio decretado por el Gobierno Nacional para prevenir el aumento masivo de casos de Covid-19 en el país. Estudiantes de La Red de Solidaridad Uniandina gestionaron la entrega de mercados a familias del barrio Las Aguas. Paralelamente, otros grupos estudiantiles, profesores y Decanos de distintas facultades ya estaban construyendo estrategias para apoyar a otras poblaciones del entorno como los trabajadores de servicios básicos dentro del Campus y los comerciantes en las zonas aledañas.
Felipe Acosta, representante estudiantil ante el Consejo Directivo, cuenta que al ver todas estas iniciativas gestándose decidieron hablar con la Universidad, que también estaba armando una campaña para recaudar fondos de la mano de Progresa Fenicia. “Fue allí donde les propusimos trabajar juntos y hacer un análisis de cuáles eran las poblaciones más vulnerables y las que más necesitaban ayuda. También les propusimos hacer una campaña desde la Dirección de Filantropía, usando las redes sociales de la Universidad y empezar a apoyar las diferentes comunidades”.
Inicialmente, la campaña buscaba reunir 50 millones de pesos, mediante crowdfunding, para ayudar a 350 familias durante 5 semanas. Sin embargo, a los doce días de haber comenzado, la meta fue superada y se empezaron a consolidar otras estrategias de aporte. Para el 30 de abril, la campaña alcanzó los 84 millones de pesos y hasta la fecha, ha logrado gestionar la entrega de 860 mercados y 327 tarjetas Sodexo para 435 familias.
El común denominador en muchas de las estrategias de ayuda que surgieron era que iban más allá de la entrega de mercados. “Entonces a partir de eso comenzamos a crear otras líneas de trabajo que hemos liderado más los estudiantes”, asegura Acosta, estudiante de Ciencia Política.
Positivo Para SoliDARidad ha buscado trascender la ayuda en especie y se ha convertido en una red de iniciativas que buscan mitigar el impacto económico y social durante la emergencia con el desarrollo de diferentes líneas de apoyo que incluyen telemedicina e información sobre COVID-19, atención psicológica, asesoría con trámites de EPS, asesoría financiera y asesoría jurídica.
Este espectro más amplio de ayuda permite que las herramientas, apoyos y asesorías que se brindan a la comunidad sean duraderas en el tiempo y que no sólo respondan a la crisis del momento. “Dentro de la campaña hay unas estrategias, y una de ellas es la entrega de mercados y bonos. Pero esta es solo una pequeña parte de todo lo que estamos gestionando. La idea es que la gente se vincule a estas otras estrategias y reciba apoyos que no necesariamente son en especie pero que sí los pueden beneficiar en este momento”, dice Malena Rinaudo, del equipo Social de Progresa Fenicia.
El equipo de Positivo Para SoliDARidad, compuesto por estudiantes del Consejo Estudiantil de Arquitectura y Diseño (CEA+D), del Consejo Estudiantil Uniandino (CEU), de la Escuela de Gobierno, de las facultades de Administración, Economía, Ingeniería y Diseño, del Programa Progresa Fenicia, el equipo del periódico El Uniandino y personal de las vicerrectorías de Servicios y Sostenibilidad y de Desarrollo y Egresados, sigue trabajando para fortalecer estas líneas de atención y continuar creando, como menciona Felipe Acosta, “espacios para sentirnos, reencontrarnos y pensarnos como comunidad”.