Apropiarse del pasado para vivir el futuro.

 

Al final de la calle 20, cuando se encuentra con la Avenida Circunvalar, puede verse una fuente de una elegancia de otra época y, al fondo, un portón que se pierde en medio de un bosque de cipreses. Esos árboles, el portón y la casa que está detrás llevan más de 200 años en pie: ha sido vivienda de recreo de españoles y criollos, fábrica de cervezas, curtiembre y hasta hospital mental. Hoy es un espacio cultural donde los visitantes pueden conocer, a través de los espacios domésticos, sus objetos y hasta su naturaleza, las costumbres y la vida de sus más reconocidos huéspedes: Simón Bolívar y Manuela Sáenz. La Casa Museo Quinta de Bolívar es una ventana al siglo XIX en pleno centro de la ciudad.

Desde 1918 esta casa funciona como un museo del Ministerio de Cultura. Para Heliana Cardona, coordinadora del área de comunicación educativa de la Casa Museo, es importante que los visitantes generen diálogos entre la vida de otro tiempo y la actual, a través de la apropiación de los espacios y de la historia. Piensa que esto es posible a través de los talleres, charlas, visitas comentadas y un portafolio educativo que todos los vecinos del barrio Las Aguas pueden aprovechar con ayuda de los intercambios que se están generando entre el Componente Social de Progresa Fenicia y la Quinta. 

Este portafolio es adicional a la programación mensual.  Tiene estrategias educativas enfocadas en diferentes temas y edades con el propósito de fortalecer el diálogo, el trabajo en equipo y proponer nuevas lecturas sobre la historia y sus protagonistas. Esto se trabaja bajo las líneas que guían la propuesta educativa que son la libertad, la independencia y la construcción de ciudadanía. 

Para los más chicos, el museo ofrece actividades como “El baúl de Bolívar”, que es un show de títeres y el “Rally bolivariano”, que consiste en una carrera de observación. Para los más grandes está “Libertad absoluta”, un recorrido autónomo en el que se cuestiona la noción de libertad y se reta a los estudiantes a encontrar en la colección del museo elementos que hablen sobre ese concepto. 

Para los adultos también existen recorridos y talleres, que van desde el papel de la mujer en el siglo XIX hasta un recorrido por las plantas y árboles que adornan los jardines de la Quinta. Heliana piensa que este recorrido es novedoso porque “la gente se centra mucho en la casa, pero el patrimonio natural que tenemos es tremendo. Es un bosque casi intacto en el centro de la ciudad”. 

Para el equipo de la Casa Museo la diversidad es fundamental para el desarrollo de estas actividades. “Queremos que vengan madres gestantes, niños pequeños, la comunidad LGBT, nuestros vecinos del barrio y que se apropien del espacio. Cuando la gente viene, propone, se une en comunidad, estos espacios empiezan a ser supremamente vivos”, cuenta Heliana. 

Pero, ¿por qué es importante este diálogo vivo con el pasado y con el patrimonio? Para la Quinta es una cuestión de identidad. “Si no conservamos eso que hace parte de nuestra identidad, se pierde. Y al perder nuestra identidad, perdemos también nuestra relación con el otro, nuestra certeza de dónde estamos y qué somos”, dice Heliana.

Tanto la Casa Museo como Progresa Fenicia esperan que estos vínculos, que se están retomando, se hagan cada vez más fuertes y que la comunidad de Las Aguas pueda hacer más suyo este museo vecino. No solo para conocer la historia del país sino para reconocer la historia propia. “Una comunidad tiene una huella en fotografías, en relatos y diálogos que se construyen entre las personas. Eso los hace ser parte de ese espacio. Ellos son como esa memoria viva. Y al reconocerse a ellos mismos y a sus vecinos, se vuelve comunidad.  Apropiarse hace que las cosas tengan vida”, asegura Heliana. 

 

Información de interés para nuestros vecinos:

 

La programación mensual es ofrecida a toda la ciudadanía. 

Para los eventos que no son gratuitos, se cobra solo el valor de la entrada.

Niños mayores de 5 años: 2.000 pesos

Jóvenes hasta los 15 años: 3.000 pesos

Adultos: 4.000 pesos

 

Entrada sin costo para:

SISBEN 1 y 2 (se debe llevar comprobante)

Mayores de 60 años

Menores de 5 años

Personas con alguna discapacidad física.

 

Todos los domingos la entrada es gratuita.