“Estamos en la etapa más importante”: César Augusto Gómez

César Augusto Gómez, gerente de Marval, comenta las motivaciones, los retos y el estado actual del proyecto de renovación urbana que se adelanta en Las Aguas

Entre 2018 y 2019, el fideicomiso Triángulo de Fenicia eligió el consorcio de desarrolladores conformado por las empresas Constructora Bolívar, Prodesa y Marval. De su labor depende la ejecución del proyecto urbanístico y que se logre una renovación sustentada en un trabajo conjunto con la comunidad del barrio Las Aguas.

Esta es la primera entrega de una serie de entrevistas a los desarrolladores del proyecto. En esta edición, Directo Fenicia conversó con César Augusto Gómez, gerente de Marval, sobre el papel que desempeña en el proyecto esta constructora con más de 40 años de experiencia en desarrollos urbanísticos en Colombia.

¿Cómo ve usted que el consorcio desarrollador está asumiendo el desafío de transformar el centro histórico de la capital del país?

César Gómez: Es el proyecto de renovación urbana más importante del país, que marcará la pauta para otras ciudades colombianas y donde participan la comunidad, la universidad, el Distrito y nosotros los privados. Lo asumimos con cien por ciento de compromiso y responsabilidad, priorizando los acuerdos definidos con los habitantes del sector y aportando toda la experiencia de tres de las constructoras más grandes del país para hacer de este un proyecto viable e integral.

Cuéntenos un poco de la historia de Marval, ¿han tenido oportunidad de hacer algo similar a lo que se hará en el Triángulo de Fenicia?

CG: En 40 años de historia, Marval ha creado ciudad dentro de las ciudades a través de sus desarrollos y convertido proyectos en megaproyectos. Siempre hemos trabajado para transformar las ciudades y los entornos donde hemos realizado nuestras más de 150.000 viviendas, en más de 16 ciudades del país. También hacemos aportes a la comunidad participando en la renovación de obras, como el icónico teatro Santander de Bucaramanga. Más que constructora, Marval ha sido urbanizadora, por eso nuestra razón de ser es generar valor a los entornos de nuestros proyectos.

Desde su visión, ¿cómo se logra una renovación urbana incluyente y cómo se garantiza el modelo de permanencia de los habitantes del barrio Las Aguas?

CG: Una renovación urbana incluyente se logra priorizando la confianza que debe existir entre todos los actores involucrados: propietarios, desarrolladores, Distrito, etcétera. En proyectos tan importantes es necesario ser transparentes con la información y el conocimiento que aportan todas las partes, pues existen desafíos sociales, técnicos, económicos, jurídicos, cuya solución implica el compromiso y la capacidad de cada interesado. Incluso, en algunos casos, ceder intereses particulares en la búsqueda de lograr un proyecto integral.

¿Qué motivó a Marval a presentarse al proyecto y cómo surgió la alianza entre las tres constructoras?

CG: Tan pronto conocimos la convocatoria nos entusiasmó la idea de participar en este proyecto que es insignia de renovación urbana y que hará historia, pues dejará una huella en el centro de Bogotá. Este proyecto será un hito para la capital, por eso nos unimos con los mejores equipos del sector constructor y decidimos acompañar a la Universidad de los Andes en este megaproyecto.

¿Cuál es la principal función de Marval dentro del consorcio desarrollador?

CG: Hemos creado un grupo interdisciplinario con los expertos de cada empresa. Estamos trabajando con la universidad en el seguimiento a la comunidad. También se está terminando de analizar el proyecto, desde lo urbano, para hacer un diseño arquitectónico que se complemente con el entorno de las instalaciones de la universidad y la sede de la filarmónica para luego comercializar vivienda, comercio y oficinas.

¿En qué estado se encuentra actualmente el proyecto?

CG: Estamos en la etapa más importante: la planeación y estructuración del proyecto y de todas sus unidades de actuación, basados en los parámetros establecidos en el Decreto de adopción del plan parcial. También estamos definiendo a fondo cada una de las etapas y actividades que deben cumplirse para llevar a buen término el proyecto y poder honrar los acuerdos y necesidades de la comunidad. 

Esta etapa incluye revisar en detalle todos los desafíos que tiene el proyecto, identificar aspectos críticos y establecer acciones para resolverlos. También puntualizar las condiciones necesarias en el diseño definitivo de un programa social, arquitectónico, técnico, financiero y jurídico para lograr un proyecto viable y que impacte a los habitantes del sector.

¿Cuáles son los próximos espacios de participación que debe tener en cuenta la comunidad?

CG: En esta etapa de planeación, con la participación de la comunidad en el planteamiento arquitectónico definitivo, se busca hacerlos partícipes en la definición del concepto de diseño, pero evidenciando siempre, de forma transparente, los desafíos que se tienen para definir las expectativas de lo que es posible realizar desde el punto de vista técnico, económico y operacional del futuro proyecto.

¿Qué expectativas tiene Marval a corto y mediano plazo con respecto a los avances del proyecto?

CG: A corto plazo (seis meses), se espera formalizar un diseño arquitectónico que honre los acuerdos de todos los involucrados y le dé viabilidad al proyecto. Esto permitirá iniciar la comercialización del proyecto inicialmente con los propietarios de las viviendas del plan parcial para luego pasar a la promoción del proyecto.

A mediano plazo, se espera iniciar las obras de la primera etapa de desarrollo; lo que representaría un hito para la renovación urbana en Colombia. 

¿Qué significa para la constructora y para usted como gerente participar en un proyecto como este?

CG: Un reto, porque este no es un proyecto donde tres socios venden y desarrollan una visión de ciudad, es un proyecto donde más de 400 familias hacen parte activa. Alinear la visión de cada actor es el mayor desafío para salir adelante.

Sin embargo, entre nuestros mayores retos también está: primero, cumplir las expectativas de los habitantes y comerciantes del sector que decidieron quedarse y apoyar esta iniciativa; segundo, cumplirle a la Universidad de los Andes; y tercero, gestionar la responsabilidad que este proyecto tendrá, pues creemos que será una guía para que los demás centros urbanos de las ciudades del país se transformen, generando calidad de vida a sus habitantes y entornos.